martes, 6 de abril de 2010

Voll-Damm 2010

Después de esta Semana Santa, de vaciones para los más afortunados y currele para los que menos, donde unos han bebido más cerveza que otros, no está mal reflexionar un poco sobre la gente con la que te cruzas en el trabajo, en la calle...y el tipo de bebidas que te gustan o no. Voll-Damm no es mi cerveza favorita, pero su publicidad es buena como poco.

Os podría poner más de un anuncio de esta marca (Estrella-Damm, Voll-Damm), porque la mayoría son aceptables. Todos recordareis el anuncio en el que el botellín pasa de unas manos a otras hasta llegar a un "mafioso" a lomos de un perro, donde la música es muy característica.

He elegido el último spot, que es el que me ha llevado a escribir este post y que ha hecho que reflexionara, porque la historia, los diálogos, así como todo lo visual, juegan con la ironía para hacer ver a los receptores la importancia de ser uno mismo y de elegir lo que en realidad te gusta.


1 comentario:

La muchacha de satén dijo...

Hay anuncios que son mucho más que un spot, grandes historias contadas de manera diferente en poco tiempo; lo que va siendo cada vez más NORMAL